Un país que, como destino gastronómico es considerado número uno a nivel mundial por años consecutivos, se puede permitir escapar de querer convencerte de lo rica que puede ser su comida, eso está claro. Pero incluso, entrando a un terreno emocional, la comunicación corre el riesgo de recorrer espacios comunes, o esperados. Cuando esto pasa, la creatividad tiene más trabajo que la estrategia.
Por eso esta idea se permite jugar a la creatividad y plantearse lugares menos recorridos. De ahí cabe la pregunta ¿qué tiene que ver la comida con el fútbol? Y, bueno, tiene todo que ver si puede jugar a influir en el resultado de un partido. ¿Cuál fue el resultado? Oro en El Sol de Iberoamérica, oro en el Ojo de Iberoamérica, Bronce en el Fiap y oro en Premio Ideas. Ah, y 2-1 a los uruguayos.